Seguro que no es la primera vez que escuchas la palabra Reiki. De hecho, Reiki es una de las técnicas energéticas de sanación más antiguas que existen. Ni siquiera se remontan a nuestra civilización, sino que ya antes otras civilizaciones consideradas como “civilizaciones avanzadas” entre ellos los egipcios, utilizaban Reiki para sanar y trabajar energéticamente. De hecho había personas que eran trabajadores de energía, encargados de todas las terapias energéticas. ¿Por qué se perdió? Muchas veces lo que es oculto, lo que no podemos ver, no da miedo y en consecuencia lo dejamos oculto y dejamos de verlo. Desde que lo descubrí, yo no quiero que sea así, y es por eso que estudié hasta la Maestría. Para poderlo mostrar al mundo y poderlo enseñar a todas las personas que sintieran activar este poder en sus manos. Es un poder ilimitado de sanación que te acompañará siempre.
Cuando leía y veía videos sobre Reiki no me quedaba muy claro para qué se utilizaba (a parte de para sanar) y la efectividad que tenía. Desde mi experiencia y años como maestra, entiendo ahora todos los videos y documentos había leído y sigo encontrándome. Reiki abarca tanto, que no podemos enumerar una lista de beneficios, pues estaría incompleta y tampoco puedo decirte en lo que te va ayudara ti en particular; pues la energía del amor es tan inteligente que te ayudará en aquello que más lo necesites. Lo que sí que quiero que tengas claro es que Reiki NUNCA, NUNCA puede hacer daño ni mal. Ninguna persona que reciba Reiki puede experimentar una contraindicación, ni tampoco ningún terapeuta de Reiki puede hacer daño. Además te pongo un ejemplo que me pasó a mi al principio. Me llegó una persona que sufría de estrés, insomnio entre otras cosas y quería una sesión, le di la sesión y le comenzó a doler un poco la cabeza. Después de la sesión se fue a casa y al día siguiente recibí el siguiente mensaje: “Irene, no sé lo que me habrás hecho pero durante toda la noche me sentía fatal. Comencé a tener muchas náuseas y he pasado la noche al lado del inodoro vomitando. No podía parar, tenía tal cuerpo que cuando ya no tenía nada, ni tenía fuerzas para llegar a la cama. Cuando me repuse un poco y conseguí llegar a la cama. He dormido como un bebé. Ni siquiera recuerdo la última vez que dormí tan a gusto. Me he despertado que parezco otra persona. Voy a hacer algunos cambios en mi vida, me apetece.” – Esta persona recibió Reiki de la manera que más necesitaba. Lo que aparentemente le estaba haciendo mal, era una limpieza de alma. Reiki no sólo actúa en tu cuerpo físico, sino que además te ayuda a conectar tu cuerpo y tu alma. Es de las técnicas más potentes que conozco y siempre estoy estudiando y curioseando pero Reiki…. es AMOR.
Si tienes alguna pregunta o te gustaría compartir tu experiencia, puedes hacerlo en comentarios.
Nos amo,
Irene