Muchas de nosotras decimos que no somos constantes, que nos cuesta ser constante y que es nuestro talón de Aquiles. Ahora quiero que observes tus experiencias pasadas y algún hecho que hayas conseguido: un trabajo que deseabas, comprarte un coche o un móvil que te enamoraba, permitirte viajar a un lugar de ensueño. ¿Cómo crees que conseguiste todo eso?

Si piensas que ser constante es nadar contracorriente estás equivocada. Ser constante es ir dando un paso y otro paso. El tamaño de cada paso da igual, lo importante es tener dirección. Volvamos a los ejemplos. Voy a coger el ejemplo de viajar a un sitio.

Las personas NO constantes: hablan de todos sus sueños, que les gustaría ir y viajar a un sitio. Incluso dicen, mi objetivo para el año que viene es ir a Tailandia, por ejemplo. Poco a poco van pasando los días y los meses… Llega el año y siguen pasando los meses y la persona no va a ningún sitio. Vuelves a hablar con ella y te dice: “si bueno, se complicó, ya lo haré más adelante”. En esta situación hay ERRORRES MUY GRANDES que le han afectado energéticamente y que han bloqueado que pudiera permitirse ir a Tailandia y cumplir su objetivo.

Las personas constantes: hablan de todos sus sueños, que les gustaría ir y viajar a un sitio. Incluso dicen, mi objetivo para el año que viene es ir a Tailandia, he mirado algunos videos y me fascina la zona norte, hay varios pueblos que me encantaría ir. Esta persona mirará billetes de avión e indagara sobre la cultura y los sitios que puede visitar. Normalmente, ese año que viene suele acelerarse y se cumple antes o a muy tardar en la fecha verbalizada.

¿Por qué ocurre esto? ¿Es suerte? No, no lo es. Ambas personas pudieron cumplir el viaje pero la diferencia fue:

• Claridad de dónde quiere ir.
• Compromiso a materializarlo
• Búsqueda de información
• Inversión de su tiempo (energéticamente más valioso que tu dinero)
• Cuando se sienta preparado, tendrá la confianza plena de haber dado los pasos y saltará a la compra de los billetes. No titubeará y dejará que el miedo le paralice y con ellos sus sueños.

Ahora vuelve a la pregunta que te hice al principio del post. Visualiza tu camino y lo que hiciste cuando quisiste conseguir algo. ¿Qué pasos diste? ¿Cómo te sentías? ¿Si no tenías información o no sabías como conseguirlo, pediste ayuda? ¿En cuanto tiempo pensabas cumplir tu objetivo? ¿En cuánto tiempo se cumplió?

Te dejo reflexionando sobre estas preguntas por ahora. En unos días te compartiré una MasterClass gratuita donde podrás ampliar tus conocimientos sobre este tema y aplicarlos a tu día a día, ganar confianza y darte cuenta de que en realidad SÍ ERES CONSTANTE. No permitas que tu mente te diga que no eres capaz.

Nos amo,

Irene