Mi cabeza hizo literal 🤯. Pensé que alguna de mis compañeras o la facilitadora sabría francés pero NADA. La formación duraba 8 horas diarias y llegaba a casa con el cerebro frito pero muy muy contenta de aprender nuevos contenidos, palabras en francés y conocer a mujeres muy amorosas.
Durante el tiempo que duró la formación comencé a conectar con mis memorias. Comencé a recordar momentos de mi vida donde había recibido masajes muy amorosos por parte de algún miembro de mi familia; sobre todo de mi madre, mi abuela y mi tía. ¡Me encantaban!
Recuerdo sobre todo algunas siestas donde estábamos desquiciados mi hermano y yo. Con un masajito, mi abuela y mi tía hacían magia. Nos dormían a los dos, nos ayudaban a cambiar el humor y a sentirnos mucho más tranquilos con nuestra energía; evitando las peleas típicas de hermanos.
Terminé el curso realizando grupitos con padres y madres que deseaban potenciar la relación con sus hijos y sobre todo ayudarles a su desarrollo desde el amor. Con la situación que vivimos de la pandemia, me llevó a desarrollar una formación online para todos los papás y mamás que quisieran darles a sus hijos masajes con conocimientos sobre su bienestar y desarrollo de cada etapa. Si deseas saber más sobre estos masajitos, dárselos a tu peque o recomendarlos a alguien, mándame un mensaje.
Tengo que admitir que a día de hoy, sigo pidiendo masajes. Cuando son con amor, respeto y respetando los tiempos; verás como tu pequeño te los seguirá pidiendo. 😊